"Hay dos maneras de ser feliz: Una, hacerse el idiota. La otra, serlo" Enrique Jardiel Poncela
lunes, 26 de marzo de 2007
Habitación con vistas (TV)
Se me ha ocurrido escribir esta entrada hace unas horas. Acababa de pasar el tren por la estación de Pitis y miré por la ventana. Lo primero que vi fue un carrito de golf, después unos individuos en un green. Uno de ellos se apoyaba en el putter y otro trataba de meter la bola. Al fondo, Madrid. Me dio sensación de paz. Después apareció ante mi mirada un conjunto de chabolas. Del carrito a las chabolas habían pasado menos de 5 segundos.
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2 comentarios:
Sí, en Barcelona hay unas cuantas paradojas de esas de la vida moderna:
- Hotel de 5 estrellas en la Rambla del Raval (tras echar a los inquilinos desastrados que vivían allí y derribar sus casas)
- El slogan "Mira la mina com canvia". La mina es (o era) el barrio trash de Barcelona. Ahora un piso allí vale unos 80 kilos, y a la mayoría de sus habitantes también los han echado.
- SEñor indigente con letrero Tengo hambre junto a la pastelería más pija de la ciudad, llena de abuelas tomando el té. Por cierto, una chica muy "chic" y moderna le trajo un bocadillo de queso. Para que luego digan de la juventud.
- El señor Trias de Ciu viniendo al centro de integración de la mujer musulmana donde doy clases a decirles que deberían aprender el catalán.
Paradojas, amigo.
La vida moderna está montada sobre una paradoja. Lo importante se convierte en secundario y lo secundario en importante. Y veo que pasa en Madriz igual que en Barcelona.
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